Pigmentos orgánicos

Soluciones de alto rendimiento para colores deslumbrantes

Los pigmentos orgánicos son moléculas orgánicas basadas en cadenas y anillos de carbono, que funcionan como pigmentos cambiando el color de la luz reflejada a consecuencia de la absorción de la longitud de la onda que incide sobre los mismos. Esta tasa de absorción es selectiva y varía con la longitud de la onda, lo que determina la diversidad en la aparición de color en los pigmentos.

Estos pigmentos provienen de animales, plantas, vegetales o de la química orgánica sintética. Las fuertes cadenas de carbono que los componen, hacen que sean pigmentos muy estables. Se caracterizan especialmente por potenciar el brillo, proporcionando gran intensidad al tinte. Hablamos de soluciones de color con una vasta variedad de tonalidades dotadas de un alto rendimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, su cobertura es ligeramente menor que la de los pigmentos inorgánicos. Por ello, la exposición a la luz solar, el roce o el contacto con otros componentes químicos, pueden incidir negativamente sobre ellos, haciendo que estos pigmentos pierdan su brillo inicial.

Dependiendo de las propiedades, la aplicación o los requisitos de procesado, haremos una selección de color adaptada a las necesidades de cada proyecto. Los pigmentos orgánicos están cimentados principalmente en carbón, hidrógeno y nitrógeno, clasificándose así en tres grupos principales: pigmentos azoicos, pigmentos policíclicos y pigmentos antraquinónicos. Los ingredientes básicos de los pigmentos orgánicos modernos no son tóxicos y existen pocas probabilidades de que causen reacciones alérgicas.

Los pigmentos orgánicos se utilizan con menor frecuencia que los pigmentos inorgánicos, a excepción de las pinturas para artistas puesto que proporcionan gran intensidad en el tinte creando colores más fuertes y brillantes. Suelen ser más caros de producir, especialmente los pigmentos orgánicos sintéticos ya que requieren de un extenso proceso químico para su fabricación.

A la hora de determinar qué tipo de pigmentos utilizar en su proyecto, es importante tener en cuenta las diferencias entre los pigmentos orgánicos e inorgánicos y cómo afectarán estos a su producto. Generalmente, los factores más importantes a tener en cuenta son la opacidad, la intensidad de color y la resistencia a la luz y a la intemperie.

Los pigmentos inorgánicos según la cromatografía se pueden clasificar en: pigmento amarillo, pigmento naranja, pigmento rojo, pigmento violeta, pigmento azul, pigmento verde, pigmento marrón y pigmento negro.

Clasificación pigmentos orgánicos

Los pigmentos azoicos

Los pigmentos azoicos son compuestos sintéticos que se caracterizan por la presencia de uno o más grupos funcionales azo, históricamente representativos por ser uno de los primeros pigmentos orgánicos sintéticos. Son aquellas tierras y arcillas coloreadas con un compuesto azo que dan lugar a tonalidades amarillas y rojizas. Estos compuestos sintéticos presentan una intensa coloración y son los más empleados en la industria textil, tanto que alcanza al 70% de los tintes utilizados en el sector. También los encontramos en la industria de los plásticos y las pinturas de todo tipo, para soportes como madera, pared o tintas de papel.

No solo son utilizados en el sector de la moda, también se emplean en otros sectores como el alimentario por ser pigmentos solubles en agua, en bebidas como refrescos y en alimentos como sopas, salsas, pastelería e incluso en la fruta ya que aportan un aspecto más atractivo para el consumidor. Estos aditivos se emplean más a menudo que los colorantes de origen natural debido a que son más resistentes a la luz y a las variaciones de temperatura. Algunos ejemplos de colorantes azoicos alimenticios usados de forma masiva son la Tartracina, el Amarillo Ocaso, el Amaranto, etc.

Los pigmentos policíclicos

Son pigmentos caracterizados por sus extraordinarias propiedades de resistencia y solidez a la intemperie y a la radiación solar. Abarcan tonalidades que van desde el azul verdoso a los rojos medios y su uso es especialmente óptimo para la decoración de metales y la impresión de carteles.

Los pigmentos de antraquinon

Las antraquinonas constituyen el grupo más numeroso de pigmentos quinónicos, elaborados por las plantas superiores, los líquenes, los hongos, los artrópodos y algunos insectos. Abarcan las tonalidades desde el amarillo, pasando por el anaranjado, el rojo y el negro. Dentro de los insectos tintóreos, conocemos la "cochinilla" del cual se obtiene el ácido carmínico que se utiliza para dar color a alimentos, fármacos y cosméticos. Entre los pigmentos de antraquinon destaba el Azul Antraquinona, PB 60 ideal para acuarelas u otras técnicas acuosas.